El pelaje rayado es muy bonito, sin duda. Pero la estética no es el motivo, algo causó que el proceso evolutivo de las cebras les llevase a desarrollar este peculiar diseño.
Muchas teorías se han formulado. Muchas opiniones se han vertido. Que si podrían ser un estupendo camuflaje contra los depredadores, especialmente en entornos de hierba alta. Que si podrían tener un papel socializador al permitir a los diferentes especímenes distinguirse o reconocerse entre sí. Que podrían servir de protección contra los depredadores cuando pastan en manada, por el efecto de desorientación que la acumulación de rayas causaría en sus perseguidores. Que si, que si…
Pero las poblaciones de cebras suelen ser más abundantes en parajes en los que no predomina la hierba alta. Y otros animales se distinguen sin necesidad de un pelaje tan contrastado. Y una vez en carrera la manada se dispersa.
Así que ninguna de estas explicaciones parece satisfacer por completo, pero tampoco se pueden descartar. Ni con la posibilidad que en los últimos años ha ido ganando peso: los tábanos.
La sabana africana cuenta con una fauna tabónica especialmente rica. Unos insectos muy molestos que distraen a los animales de comer y beber adecuadamente y que propagan enfermedades que pueden causar estragos entre la población si se declara una epidemia.
Pero… ¿qué tienen que ver las rayas con los insectos?
Un estudio realizado por un grupo de científicos suecos y húngaros —publicado recientemente en el Journal of Experimental Biology— presenta la teoría de que los tábanos y otras moscas portadoras de enfermedades fueron el motor evolutivo de las rayas de las cebras. Aportando evidencias y datos experimentales.
Los colores oscuros reflejan la luz polarizada de un modo parecido al que lo hace la superficie del agua y los tábanos sienten una especial atracción por el agua, que les es necesaria tanto para beber como para depositar sus huevos en ella. Como resultado, los insectos sienten mayor atracción por los caballos negros o de pelaje oscuro, que por los blancos.
Las cebras, pues, desarrollaron unas rayas blancas sobre pelaje negro, con una disposición y anchura tales que provocan un efecto visual disuasorio en los tábanos.
Nota curiosa: De demostrarse cierta esta teoría se habría dado respuesta a la pregunta: ¿Son las cebras blancas con rayas negras o son negras con rayas blancas?