Minhaj, un bebe somalí de 7 meses conocido como 'el rostro de la hambruna', fue ingresado cuando apenas pesaba 3,1 kilos en un hospital del campo de refugiados Dadaab, en Kenia. Cuatro meses después, ya está recuperado.
Pocos creían que sobreviviría, pero el niño recibió tres transfusiones
de sangre y fue alimentado de manera intensiva. Hoy, pasados 4 meses
desde que se inició su tratamiento, su peso se acerca a 8 kilos.
Parte fundamental de su dieta fue una pasta de cacahuete rica en
vitaminas. Después fue sometido a un tratamiento por tuberculosis y, al
cabo de tres meses, pudo salir del hospital con aspecto saludable.
Minhaj tuvo suerte debido a que su imagen dio la vuelta al mundo. Pero
no todos los bebés africanos en su misma situación tendrán la misma
suerte: el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reconoció
que "miles de niños ya han muerto". A finales de octubre, la
organización de la ONU advirtió que más de 320 mil menores "están tan
gravemente malnutridos que pueden morir también".
La mitad de estos niños se encuentra en Somalia, donde hace unos cien días se declaró la hambruna debido a la sequía y a los combates entre las guerrillas y el Gobierno de transición.
Articulo completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/sociedad/issue_32345.html
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