Pese a que las novedades de Sony en este CES han sido escasas (no ha presentado televisor a 4K, ha vuelto a anunciar un proyector 4K que ya se conocía desde el año pasado y la máxima revelación fue su nuevo sistema Crystal LED del que sólo conocemos hasta el momento un prototipo), el fabricante nipón no quiso dejar la impresión de que no estaba en la última línea de investigación de equipos y nuevas tecnologías. Prueba de ello, es la anuncio de un próximo televisor 3D sin gafas (o por lo menos, que están investigando en ello).
De hecho, no presentó uno, sino dos nuevos modelos, ejem, quiero decir prototipos: uno en 24 pulgadas y el otro en 46 pulgadas. Ambos con sistema de multiángulo, permitían la visualización en 3D incluso desde las esquinas (algo no muy habitual en este tipo de tecnologías), aunque la visión 3D se resentía en cuanto uno se aleja de las pantallas. En concreto a menos de 1 metro en el equipo pequeño y a los 3 metros en el grande. Decir, que aunque el grande contaba con resolución de 4K y el pequeño Full HD, al cambiar a modo 3D, la resoluciones finales bajaban considerablemente.
Como podéis ver los fabricantes no se quieren dar por vencidos con esto de las 3D, pero lo menos se han dado cuenta que el gran problema para que dicha tecnología sea acogida con los brazos abiertos por el gran público son las gafas. Hasta ahora hemos asistido al nacimiento del 3D, una tecnología no estandarizada y todavía en pañales, a la que me temo que aún le falta más de un hervor como para ser tan común como la televisión en color lo es actualmente. Puede que dentro de 10-15 años sí que triunfe, pero estoy seguro de que por aquel entonces, no se parecerá para nada a lo que podemos comprar hoy en día.