lunes, 2 de enero de 2012
¿Por qué a los CSI les gusta mirar un escenario a oscuras con linternas?
12:00 p. m.
Caballero Guardian
¿Alguna vez has notado cómo los CSI de la TV parece que siempre quieren examinarlo todo a oscuras con simples linternas en lugar de encender las luces para ver mejor? ¿Y que siempre les da por ponerse en cuclillas en vez de hacerlo de pie? Es una escena recurrente: un grupo de investigadores envueltos en penumbra agitando sus focos de manera inquietante y sin plantearse darle al interruptor general.
Aparte de que así se le da emoción a la toma, no pasa nada por encender las luces o por entrar en la habitación con las persianas subidas. Pero en algunas escenas del crimen, realmente ayuda mucho mirar a oscuras con una linterna en primer lugar antes de ver el escenario con más luz.
Eso es porque algunos elementos de prueba son más fáciles de ver con luz oblicua (también conocida como iluminación indirecta). Las luces cenitales del techo no crean las sombras necesarias para ver determinadas pruebas. Por eso en los CSI lo que hacen es pasar una linterna manteniéndola en un ángulo oblicuo o paralelo muy bajo a la superficie que se están examinando, como puede ser el suelo, para localizar huellas detectando las sombras creadas por las crestas de la impresión.
Las sombras alertan a los especialistas de la presencia de superficies perturbadas que de otro modo serían difíciles de ver. Se puede detectar, por ejemplo, cuando alguien ha caminado en algún lugar de una habitación, aunque no sea inmediatamente claro a simple vista.
La iluminación oblicua es una de las formas de lo que se llama una fuente de luz forense, una lámpara que rompe la luz en longitudes de onda por separado para mejorar la visibilidad de varias cosas distintas, tales como huellas dactilares, semen, pisadas, fibras y, sobre todo, huellas dejadas en lugares polvorientos.
Inténtalo en casa, pasando una linterna a ras del suelo con las luces apagadas y descubrirás ya no solo kilos de polvo acumulado, pelos de animales o personas, bichetes muertos hace décadas y hasta esos frutos secos que una vez había dado por perdidos debajo del sillón.
(Iluminación cenital)
Tomemos como ejemplo esta foto sacada de la web Forensic Magazine, un taburete de madera que se encontró en una escena del crimen en EEUU. Con las luces de la habitación no se veían los dos conjuntos de impresiones de zapatos de los sospechosos, que habían utilizado el taburete para escapar por una ventana. Sin la iluminación oblicua, esta valiosa evidencia probablemente nunca se hubiera encontrado.
(iluminación oblicua)
Los técnicos del CSI también utilizan otras técnicas de iluminación, como pueden ser las luces fluorescentes o ultravioletas, que son especialmente adecuadas para resaltar ciertos tipos de pruebas, ya que muchos fluidos biológicos son fluorescentes en la naturaleza, cuando se iluminan con la luz de la longitud de onda correcta.
El grado por el cual diversas sustancias se hacen visibles cuando se utilizan diferentes filtros depende del estado de la sustancia (trazas) y de la superficie sobre la que se ha depositado. Tanto la luz ultravioleta como la azul pueden ser eficientes, por ejemplo, en la búsqueda de rastros de semen.
Las condiciones de la escena del crimen a menudo determinará qué tipo de luz (longitud de onda, es decir) será más eficaz. Los investigadores criminales, por lo tanto, eligen entre distintos tipos de luces, que van desde luz ultravioleta al azul claro, pasando por el verde claro u otros filtros más específicos; y en general combinadas con esas gafas tan chulas naranjas (como de Bono) que se ponen para aumentar la intensidad de la florescencia y su contraste.
La fluorescencia se oculta o enmascara por la luz azul intensa, pero al usar gafas con un filtro de color naranja se crea una barrera entre los ojos y los objetos que se están examinando. Esta filtración bloquea efectivamente la luz azul y permite la visualización de la fluorescencia de una manera más efectiva.
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