lunes, 6 de febrero de 2012

Kissenger: una solución para enviar tus besos a distancia



Amar a distancia es una gran prueba de amor (o eso dicen los poetas), y un gran demostración de esa estimación es atreverse a usar el cachivache que aquí os presentamos: un cerdito robótico que os permitirá enviar besos a distancia y que vuestro amad@ los sienta como casi reales. Antes los amantes se enviaban cartas en dóciles palomas mensajeras, después misivas por vía postal, más adelante llegaron las llamadas telefónicas, y ahora con las videoconferencias y un poco de imaginación… Pero lo de remitirse besos robotizados mediante dos “cochinos muñecos” supera todo lo que había imaginado. Más información y un vídeo no apto para almas sensibles tras el salto.



Kissenger es el producto que la compañía Lovotics (Love+Robotics) piensa que necesitaba este mundo carente de amor. La distancia es un severo handicap en las relaciones de pareja, y mediante estos pequeños robots en forma de cerdito 2 individuos podrán intercambiar arrumacos y besitos aunque se encuentren a mucha distancia uno del otro. Los robots están equipados con almohadillas de silicona muy suaves que transmitirán los movimientos de los labios de ambos. Según sus creadores el sistema toma la forma de una boca artificial que proporciona las propiedades convincentes de un beso real. ¡Qué besos más raros se da la gente, y que bocas tan “reales” se inventan!


Amar a distancia es una gran prueba de amor (o eso dicen los poetas), y un gran demostración de esa estimación es atreverse a usar el cachivache que aquí os presentamos: un cerdito robótico que os permitirá enviar besos a distancia y que vuestro amad@ los sienta como casi reales. Antes los amantes se enviaban cartas en dóciles palomas mensajeras, después misivas por vía postal, más adelante llegaron las llamadas telefónicas, y ahora con las videoconferencias y un poco de imaginación… Pero lo de remitirse besos robotizados mediante dos “cochinos muñecos” supera todo lo que había imaginado. Más información y un vídeo no apto para almas sensibles tras el salto.


Kissenger es el producto que la compañía Lovotics (Love+Robotics) piensa que necesitaba este mundo carente de amor. La distancia es un severo handicap en las relaciones de pareja, y mediante estos pequeños robots en forma de cerdito 2 individuos podrán intercambiar arrumacos y besitos aunque se encuentren a mucha distancia uno del otro. Los robots están equipados con almohadillas de silicona muy suaves que transmitirán los movimientos de los labios de ambos. Según sus creadores el sistema toma la forma de una boca artificial que proporciona las propiedades convincentes de un beso real. ¡Qué besos más raros se da la gente, y que bocas tan “reales” se inventan!


Kissenger permite tres modos de interacción: (1) La transmisión directa y a distancia de un beso entre dos personas con dos robots que interpretan los movimientos del otro usuario. (2) Interacción directa entre el usuario y el robot, en la que el cerdito responderá “automáticamente” al beso recibido (se descarta la posibilidad de que nos haga “la cobra”); y(3) En el que el robot reproducirá los movimientos labiales de un personaje virtual de un juego (con su características físicas definidas) y que podremos ver en la pantalla del ordenador. Con todas estas posibilidades, un poquito de imaginación y algún otro gadget más, la soledad amatoria de las personas debería tener los días contados. ─ [Geekologie y Lovotics]








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